martes, 22 de noviembre de 2005

Orgullo veracruzano

Soy veracruzano y tengo muchas cosas que me representan. El huapango de la huasteca, los atardeceres en Túxpam, la calidez de la gente de Poza Rica, las ruinas del Tajín, la alegría del jarocho, Xalapa como capital, el café y azúcar de Córdoba, la parte veracruzana del Pico de Orizaba, el albur alvaradeño, las notas de Lara, algún mico de los Tuxtlas, el calor del Sur, y de Pánuco a las Choapas la comida, los olores, la creatividad y desenfado del veracruzano. Cargamento dice "no" al himno impuesto por el priista Fidel Herrera. No lo necesito.

Fidel, y los ganadores de su iniciativa de hacer un "himno" al estado.

Los valores no están en un personaje que gana con votos inducidos, no quiero más historia priista. Ninguna de las notas me representan, no me siento más veracruzano de lo que soy, no deseo esa propuesta, no la pedí, ningún veracruzano la pidió más que el priista Fidel Herrera. Esa pieza no representa mis valores, no es mío, ya con el Himno Nacional tengo si preciso de emociones nacionalistas.

No es mía una canción que vale 150 mil pesos.

Pero mis razones están justificadas. Por más de 50 años, los priistas hicieron y deshicieron de las emociones y creencias del mexicano, impusieron sus héroes corruptos y manejaron la historia ocultando las vergüenzas y enalteciendo el ego. Alemán mereció escuelas, López Portillo avenidas, Fidel Velázquez edificios, Hank González glorietas, hasta Colosio, cuya mayor trascendencia fue haber sido asesinado por copartidista mereció fundaciones, calles, hospitales, pero no una investigación que diera con sus victimarios. Todos los priistas se repartieron la historia a diestra y siniestra, todos los sectores lo merecieron a su parecer.

Por eso rechazo el himno priista promovido por el gobierno de Fidel Herrera y más aún el ánimo del legislador local de hacerlo obligatorio, ahí me parece hasta humillante (obligatorio y escucharlo con "la cabeza descubierta", bienvenidos al pasado). El país ha sufrido entre priistas y religiosos, ya basta.

Puede esa pieza ser una expresión "fina, profunda y emocionada", tanto como este post, no lo dudo. Todo lo que dice la creación de Francisco Morosini y Ryszard Siwy ya lo sé. No la siento más que "Piensalo bien" del "Flaco de Oro". Me llega menos que un plato de zacahuil y un vaso de agua de jobo.

Rechazo la pretensión del priista Herrera que quiere trascender con esta pose de cultura extra innecesaria con todo el toque de su partido tricolor, presentada un 20 de noviembre, día de la Revolución, del revolucionario. Ya lucraron lo suficiente con esas muertes.

El veracruzano no necesita himnos, sino trabajo honesto, apartidista, voluntad de romper con esas idea de trascender como gobernante poniendo monumentos, fundando más "instituciones" o imponiendo en las escuelas una identidad extra a los niños que aun no comprenden un fondo político y egocéntrico. Todo para dejar huella personal, del partido, nada a la población.

No al himno veracruzano del priista Fidel Herrera, desde hoy, porque terminado el sexenio, habrá otro gobernante que por opacar a su anterior refunda la canción en el sótano del Palacio de Gobierno y se invente una bandera o juramento veracruzanos.

PD: Y qué triste papel de algunos medios que dieron la nota enalteciendo una propuesta personal.
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