jueves, 25 de septiembre de 2008

El regreso de la historia

Parecen destellos de imágenes que conocemos, al menos los de una generación...

Crisis económica y guerra fría...

Los sustos económicos siempre han estado en México, un país donde los gobernantes prefieren sus beneficios que ver por la población... cuando la República parece que tiene todo para despegar, los empresarios en alianza con los políticos nos hacen regalos como el rescate bancario o el rescate carretero, y ahora, hasta los alcaldes pagan a los extorsionadores dinero el pueblo para tener una vida tranquila, fomentando una mayor delincuencia y evidentemente cometiendo un fraude a las arcas públicas.

En los ochentas, fue común ver a las familias materialmente empeñar todo tipo de patrimonio ante una galopante escalada de precios. En las tiendas era común recibir dulces en lugar de efectivo, era eso o irse sin el cambio.

Hoy, las alertas, de aquellos que creían que el neoliberalismo y las leyes del mercado capitalista lo pueden todo, nos dicen "ay, creo que estamos en la peor crisis económica que hayamos conocido".

Ahora, que la crisis está desatada, quiero ver los aplausos de esas áreas de noticias financieras que elogiaban las medidas que dejaron a miles de mexicanos en la ruina. Quiero escuchar a personajes como David Páramo, a personajes como Erick Guerrero, justificando ahora, cuando hace unos días seguían aplaudiendo o daban voces de confianza al amable teleauditorio porque las medidas oficialistas, particularmente en asuntos de siempre rescatar a los empresarios, eran las correctas. (Por cierto, esta clase de informadores, creo que tienen muy bien medido al factor económico para sus bolsillos, sin duda, siempre van por el lado conveniente)

Y se jactan de seguir negando las voces críticas a planes gubernamentales que dejan al país aún más abajo de donde está.

Crisis, crisis, crisis... no se preocupen señores gobernantes, la población de este país siempre ha salido de broncas como estas, ya está acostumbrada. Donde sí se mueren de miedo, es en Estados Unidos, a grado que el candidato republicano John McCain ya se quiere olvidar de todo empezando por no acudir al debate con su competidor demócrata Barack Obama (eso sí, lanzando alaridos ante la crisis atribuida a los gobernantes de su partido).
Frío por la guerra fría

En 1986, luego de un la tensión EU-Libia (no fue un pleito por límites fronterizos, créanlo), el transbordador espacial Challenger explotó al iniciar su despegue, aun dentro de la atmósfera terrestre. Cada evento internacional ocurrido en ese tiempo tenia una fuerte carga nuclear.

Qué pudo haber pasado esa ocasión, pensó en un temeroso análisis el joven Cargamento. "Pues los libios le pusieron una bomba a la nave gringa". Como fuera, Washington bombardeó Trípoli y la hermandan musulmana sólo hizo corajes..

El temor era tanto en aquel momento, que no había invasión o movimiento militar en el mundo que se cargara de los polos americanos o soviéticos.

Viendo la información sobre la llegada de una flota rusa a las aguas del Caribe, incluído el crucero nuclear lanzamisiles “Pedro el Grande” con la intención de apoyar actividades militares de Venezuela, esos viejos recuerdos regresan.

Qué tiempos... antes, la actividad de apoyo de los países estadounidense a Irak y soviéticos a Irán ponían a temblar a más de uno, ante esa imagen de un dedo oprimiendo el botón de lanzamiento.

Fueron los tiempos de The Day After... los sustos de los malditos gringos y los soviéticos idiotas, los tiempos idos de esas amenazas que se apellidaban Carter, Reagan, Breznev, Andropov, Chernenko...

Cuando la información vertida por el diario Pravda, y divulgada por agencias, se volvía de suma importancia para los temores juveniles de este, su globbero de confianza.

Hoy los tiempos regresan... un toque de nostalgia nunca está de más...
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