miércoles, 1 de octubre de 2008

Cosas de la historia

La generación que hoy gobierna sabe bien acerca del 68 en México.

Cargamento, tiene un gran punto en contra a propósito de esta fecha. No había nacido.

Sin embargo, a punta de lectura, es claro lo que ocurrió hace 40 años. En aquel momento ocurrió lo que sigue pasando en este país: abuso oficial (no todo es violencia física, también los ataques son económicos y de marginación).

Es México... pareciera que el nombre del país implicara un mal patológico que se alimenta de corrupción, intolerancia y desinterés.
No me extraña que la nueva generación que se acerca a gobernar tenga un desinterés mayúsculo por los hechos del 68. Es parte del síntoma que arroja a su gente México... pareciera que es un mal (el mejor ejemplo es el espacio de El Universal relacionado con la matanza).

La generación gobernante del PRI en 1968 tenía muy bien aprendidas las medidas. No conocía la libertad de expresión sino el control de la expresión (como ocurre en muchos estados), los derechos humanos eran una utopía, todo se marcaba por sistema, un sistema que no entendía la voz, los reclamos, la protesta, el no seguir la línea (como hoy) y la complicidad de la iglesia para satanizar cualquier forma de pensamiento diferente a la ordenada, estaba a la orden.

Los jóvenes del 68 fueron los primeros que negaban las reglas en aras de ver otras opciones, no sólo de pensamiento, sino de posturas ante la vida. Bien vale ver un poco el comportamiento de los chavos y no es necesario leer sesudos análisis de aquel tiempo, basta escuchar un poco de música de finales de los sesentas y de leer a los escritores de ese momento.

Las voces del 68 están ya muy lejos. Pero siguen siendo un antecedente importante en la historia, la muy manipulada historia de México.

Pero, quién va a tomar el ejemplo del 68 ahora que las protestas no sirven de nada. Si el gobierno ha aprendido que hay formas igual de violentas pero graduales para tener el control de una masa, como la manipulación de la información y el control absoluto de salarios. Y si no resulta... ahí está la TV que domina.

Hoy el gobierno, parece que no sabe de historia, no le conviene... además, ¿Tlatelolco?... ¿100 muertos...200? ¡no jueguen!... hoy los muertos se dan en Tijuana, en Mérida, en Juárez, en Culiacán... y no son 100, tan sólo en 2008 van más de 150 muertos que no tenían nada que ver con ese eufemismo llamado delincuencia organizada. (Ejecuciones en total, van como 3000)

El 68 es la marca de la casa en un gobierno autoritario como el mexicano. Un gobierno con una calidad de autoridad bastante baja por dejarse guiar por los intereses de poder económico, por la ambición electoral, donde las alertas ideológicas venían desde la CIA, aquella que supo bien meterse a Santiago de Chile más tarde, la que no ha dejado en paz a Cuba, la que se pasea de lado a lado de la habitación pensando el apellido Chávez.

El 68, efectivamente, no se olvida, pero muchos, priistas y panistas están apostando por que sí ocurra, y peor, se ha inoculado ese mal a la nueva generación que ya prepara su llegada al poder.
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